jueves, 11 de mayo de 2017

EL CAPITAL de la Carlos Marx.

De izda. a der. Midiala, Rolando, Moraima, Julio, Deyanira, 
Blanca, Prof. Miguel Angel, Nieves, Yamila, Napoleón, Raisa, 
Gerardo, Hirdegal y Jorge Luis.














Mis lecturas favoritas de la niñez fueron entre otras, las obras fantásticas del gran Julio Verne y  “La Maquina del Tiempo” de H.G Wells. La de Wells particularmente me atrapaba por esa maravillosa posibilidad de viajar en el tiempo, tanto al pasado como al futuro. Dos dimensiones materialmente imposibles para los humanos, sumidos profundamente en el día a día y en el aquí y el ahora. Para muchos, el “pasado” es algo que no queremos evocar, para evitar momentos duros de nuestras existencias, el “futuro” que se va acortando y convirtiendo en el concepto de lo “incierto” a medida que vamos cumpliendo años.  Cuando iba arribando a las inevitables etapas de crecer, asumí que esa máquina del tiempo que llamamos vida, es una suerte de juego entre perdidas y recuperaciones de espacios, personas y sensaciones que van completando mi mapa. Recientemente tuve la oportunidad de montarme en el invento de Wells, gracias al mágico aquí y ahora que habito, donde cada año el planeta se vuelve una “aldea global” más pequeña, por el alcance de las redes sociales y pude reencontrarme con personas cruciales en mi vida. Personas con las que me subí al tren que me llevaría de mis tempranos once años de la niñez a la adolescencia y después a la juventud, en un contexto en el que nuestro país natal había decidido por decreto, aislarnos de nuestras familias en un sistema casi carcelario, evocando manipuladoramente al apóstol Martí, para explotarnos como mano de obra en campos de naranjas y con eso, pagar por adelantado nuestro futuro como los científicos y profesionales que construiríamos el “glorioso futuro de la Patria”. Dicho así, parecería un sino trágico a priori, pero esa etapa,  me enseñó a sobrevivir en las circunstancias más adversas, amén del conocimiento valioso que muchos profesores me legaron. Esa generación que iniciamos nuestro destino vocacional en el lejano 1983, se dispersó por Universidades e Institutos Superiores de la isla. Otros de los que vestimos ese azul en el 76, se subieron a un barco con boleto a costo de mítines de repudio, huevazos y montajes populistas de chantaje ideológico, provocados por la crisis del Mariel en 1980, el año de nuestros primeros 15 de vida. Quince años que estuvieron marcados por el miedo y la angustia del “nunca más”, el tiempo de las primeras pérdidas, pero también del despertar del amor, de las descarguitas, del primer beso y de la cabeza recostada en el hombro, bailando suavecito con un Roberto Carlos, un Julio Iglesias o un Feliciano, prohibidos en la radio, con la luz bajita. El tiempo de nuestra graduación universitaria, coincidió con otra convulsión: La Perestroika soviética. Muchos pensamos que nuestro socialismo tropical daría un timonazo hacia algo más parecido al mundo real, donde “sin perder las gloriosas conquistas que habíamos alcanzado con la construcción del hombre nuevo” transitaríamos a una economía menos planificada, más exitosa y donde “cada cual recibiera según su trabajo y según su talento”. El Capital estaba ahí. Jóvenes formados sin “la mancha del pecado original del capitalismo” de nuestros padres, en escuelas vocacionales como la nuestra: La Carlos Marx. Ubicada en una cimera vista de la Atenas de Cuba, en la que muchachos de pequeños pueblos y municipios yumurinos, teníamos las herramientas necesarias para dejar atrás el tercer mundo o al menos, subirnos al segundo. Nuestros primeros años de ejercicio de la profesión, se debatieron entre aplicar conocimientos académicos y técnicas de supervivencia cotidiana, en un llamado “Período Especial en tiempos de Paz” que fue una guerra literal contra el hambre y una batalla de ideas para delinquir sin  ir presos. En esos años nacieron muchos de nuestros hijos y nos graduamos de buenos padres y guerreros del trapiche y la calle… Y también comenzó la desbandada. El capital científico, médico, artístico y filosófico de la Carlos Marx, comenzó a irse a donde fuera. A cualquier latitud donde nuestros conocimientos redituaran el frutos de nuestro sacrificio, de nuestras noches de literas y colchonetas, de chícharos aguados, spams rusos y ampollas en las manos por chapear naranjales. Así Miami (destino natural de los cubanos), España, Canadá, México, Venezuela, Ecuador, Italia, Dinamarca, Suiza, Suecia, Angola y Australia, entre otros, se convirtieron en receptores de ese capital marxista-criollo. Uno de los grandes conceptos de la obra cumbre del teórico del socialismo, que le dio nombre a nuestra escuela, fue definir la Plusvalía como el motor que incentiva el crecimiento de la feroz economía del capitalismo, entendida como el residual entre la inversión primaria y las ganancias que se generan. Nosotros fuimos parte de esa gran inversión de Cuba, pero no nos conformamos con una plusvalía de medallas, diplomas y discursos huecos que nos instaban a trabajar por el bien de todos. Mientras más preparados estábamos, menos ganábamos y éramos menos felices. Cada logro era premiado con más sacrificio y así, ni al propio Carlos Marx le habrían salido las cuentas. Quemamos naves como Hernán Cortés y decidimos vivir lo que nos queda por vivir, a nuestra propia cuenta y riesgo. Asumiendo que el título que colgamos con orgullo en la pared, podía ser una reliquia más, algo que no nos serviría para coronar el sueño emprendido entre regadíos y cortinas rompe-vientos. Llegamos al sistema diametralmente opuesto a nuestra doctrina y ¡Oh, sorpresa…! ¡El lobo no es tan feroz como lo pintaban! Aquí, los límites te los pones tú mismo y el bloqueo está en tu mente, no en tu espacio. Aquí la información es información y tú decides si es buena o mala por lo que te aporta, pero además, comprendes que la información es PODER.  Aquí la libertad, es tu derecho a decidir por ti mismo, primero por tu bien propio, sin afectar el bien de los demás. Donde tus sueños y tu trabajo, te llevan a donde quieres llegar y tu esfuerzo e ingenio produce las recompensas que esperas. Donde conceptos malévolos como la “ambición” no son más que la traducción de tus ganas de crecer y no de una perversión por tener desmedidamente. Muchos tuvimos que hacer cosas para las que no estábamos preparados y la necesidad nos hizo tragarnos el orgullo doctoral e ingenieril, pero al menos tuvimos la esperanza de que “sí se podía” y se pudo… Y se puede. El exilio de nuestra generación, de ese capital que tanta falta le hace a la patria, está lejos de ella y en “suelo enemigo”. Hemos tenido que reinventarnos un país, un hogar, una familia, un parque y hasta una propia mata de mangos. Hemos tenido que dejar hijos atrás y privarnos de darles el beso de las buenas noches por años, para poder verlos felices después. Llevamos pasaportes ajenos y juramos defender al nuevo suelo “aún en contra” del que nos vio nacer, porque ese no nos da lo que merecemos por derecho propio. ¿Qué habrían pensado de esto en los 80’tas, nuestros instructores de los círculos de estudio de la juventud?. Somos de una isla, con la maldita circunstancia del mar por todas partes de la que hablaba Virgilio Piñera. El mar que es el elemento de Neptuno, el Dios mitológico que devora a sus propios hijos y en nuestro caso, ya ha devorado a tres generaciones. Los que nos fuimos pudimos romper por un instante ese designio. Nos reunimos libre, espontánea y mágicamente. Nos subimos en nuestra máquina del tiempo y nos volvimos a ver, a tocar, a abrazar, a reír, a asombrar, a recordar nombretes, anécdotas, pero sobre todo a preguntar por los demás, por esos que no estaban allí, en el patio y la terraza de Nieves, pero que poco a poco se van sumando a un chat de la internet, que nos acerca en espíritu, que nos da los buenos días y las buenas noches, que nos arranca una sonrisa o una lágrima, que nos da una esperanza. Todos ya pasamos la barrera de los 50 años. Canas, libras y arruguitas así lo corroboran, pero nuestras miradas, nuestros corazones y nuestro pasado común, sigue teniendo los mismos bríos de los 11 años en la Henry Reeve, el inglesito, que en realidad era americano. ¿Quizá aquello no fue una premonición de que nuestro destino sería vivir en su tierra? No lo sé. Ya sea por la tierra de Reeve o por el Capital de Marx, nos hemos unido y se respira felicidad. Los de la Carlos Marx conservamos su capital y aún podemos invertirlo en nosotros mismos. Apenas estamos viviendo la primera mitad de nuestras vidas y aunque no todo es color de rosa, al menos tiene mejor color que nuestros mejores años y que el de las fachadas de nuestros pueblos de origen. Citando a H.G. Wells con quien comencé este escrito “El tiempo es una invención humana, que transcurre a pesar de nuestros deseos, pero que no puede viajar más lejos que nuestra imaginación” Y quiero imaginarme seguir mi viaje junto a ustedes. Ahora que nos tenemos, no nos perdamos, ahora que nos recuperamos, no nos soltemos. Y termino evocando a nuestros ancestros africanos, dice Ifá: “Si quieres llegar rápido, viaja solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado

A mis queridos Crakc-los Marxianos del 83:

-  Julio Renato Sánchez. Colón. Licenciado en Psicología. Actualmente Behavior Analyst. Miami FL. 
- Blanca M. Avalos Cruz. Colón. Ingeniera Química. Actualmente Auxiliar Controller-GREC. Miami. 
Rolando M. Roque. Colón. Ingeniero Civil. Senior Proffesional Engeneer in Miami Dade Wather & Sewer Department. Miami 
Nieves María Marrero. Colón. Licenciada en Derecho. Actualmente Inmigration Specialist Lutheran Services Florida. Miami. 
- Deyanira Brunet Zamora. Colón. Licenciada en Informática. Actualmente Pharmacy Technician Instructor at Florida Vocational Institute. Miami.
Hirdegal del Peso Cardoso. Colón. Médico Veterinario. Actualmente Costumer Service at Publix Supermarket. Miami.
José Alberto Domínguez Rodríguez. Bolondrón. Doctor en Estomatología. Especialista en Prótesis. Master en Salud Bucal Comunitaria. Actualmente Profesor del Instituto Politécnico de Benguela. Angola.
Raisa Manuela Rivero Gutiérrez. Colón. Doctor en Estomatología. Actualmente Asistente Dental. Miami.
Osmani Villegas Sánchez. Colón. Doctor en Medicina. Especialista de Primer Grado en Coloproctología. Master en Medicina Evaluadora por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente M. Familia Cap. Ernest Lluch, Figueres. España.
Moraima García Hernandez. San José de los Ramos. Doctor en Medicina Veterinaria. Actualmente Veterinary Technician. Miami.
-Midiala Inda. San José de los Ramos. Colón. Licenciada en Educación con Especialidad en Construcción Civil. Actualmente Estilista. Miami
Napoleón Fonte. Colón. Graduado y Master en la Vida. Doctorado en alegría y buen Corazón. Actualmente Transportista de Carga Pesada. FL 
-Jorge Luis Sánchez Noya. Calimete. Licenciado en Teatrología y Dramaturgia. Actualmente Guionista de Cine y Televisión. Miami FL.

Y tantos otros donde quiera que estén…

EL NOYA
            Mayo del 2017

miércoles, 13 de octubre de 2010

OSVALDO DOIMEADIOS "UN ACTOR CON MAYÚSCULAS"


Por: Jorge Luis Sánchez Noya
El exilio tiene también el sublime encanto del reencuentro con los amigos, gracias a la brecha abierta por el presidente Obama, para que se propicien “intercambios culturales con Cuba”, no exentos de comillas. Eso me ha pasado por estos días al borrar con un abrazo y un “Bienvenido a Miami”, casi dieciséis años de no ver físicamente a Osvaldo Doimeadios, un colega, un amigo entrañable con el que comencé en el lejano 1987, la aventura de hacer reír con el Grupo Sala-Manca. Las circunstancias acomodaron los tiempos y los espacios adecuadamente para que volviéramos a divertirnos trabajando. Él con muchos años de fama y popularidad en la televisión y las tablas cubanas y yo, con el mismo tiempo de estar frente a una computadora, concibiendo sueños y construyendo historias, la mayoría de las veces para ser consumidas por la voracidad de la pequeña pantalla. Pudimos haber coincidido en México, suelo que pisó en reiteradas ocasiones y en el que viví trece maravillosos años, o en la Habana, ciudad que la nostalgia y la sangre me llaman siempre a volver, pero no se dio. No era el tiempo. Su primera pregunta fue – ¿Por qué, no nos vimos…?- Y mi respuesta fue -¡Porque nos estamos viendo ahora…!- La otra pregunta: -¿Por qué dejaste de actuar…?- Y para esa todavía no tengo una respuesta coherente. Espero encontrarla, pero lo que celebro es que Doime sí apostara por el actor con mayúsculas que es hoy en día, con esa capacidad única de desdoblarse, de asumir, de construir y de interpretar tantos caracteres que tienen el don de arrancar una sonrisa, amén de que te lleve chaplinescamente a una lágrima, con un guiño de humanidad en medio del disparate. Muchas veces, los que estamos en los medios, perdemos el tiempo en discusiones bizantinas, para definir si la risa debe ser provocada por un actor o por un humorista, como si lo uno y lo otro fueran dos categorías sin relación. Un actor de verdad siempre tendrá suficientes recursos para provocar lo que se le antoje, porque posee el poder de interpretar, de asumir y de transmitir. Ese es el poder de la verdad escénica. Los humoristas, tienen el innegable don del chiste, de la inmediatez y de cierta chispa lúdica natural, pero muchas veces su “descarga” se queda en la piel como un perfume sin fijador, al caer el telón. La aparición de Doimeadios en el programa “Esta Noche Tu Night”, sorprendió a muchos que no lo conocían, evocó los recuerdos de otros que lo dejaron de ver al cambiar de orilla y desató comentarios de los que se oponen, (por las razones que sean) a que artistas que residen en la Isla, visiten la capital del exilio cubano. No obstante hay algo que se impone, más allá de credos políticos, de gustos y hasta de ciertas envidias: “EL ARTE”. No por gusto, los griegos de la antigüedad, gestores de la nuestra cultura, sostenían la idea de que la política y la ética, debían ser transmitidas y enseñadas a través del arte. Ella sobrevivirá siempre los tiempos y las diferencias. Y el arte de hacer reír, que a este holguinero, naturalizado habanero, padre de tres hijos y con más de la mitad de su vida, enfundada en la máscara de la comedia, se le da de manera natural y consciente. Se le da, con la picardía y con la sutileza, con el miedo y con la valentía de decir lo que piensa y de pensar lo que dice. Sin concesiones. Sin más artificio que el juego ambiguo e ingenioso de las palabras, los gestos y los silencios. Sé que a los soberbios, “no les ha enseñado nada nuevo”, a los “resignados” les ha tocado verlo clandestinamente, a los “curiosos” los ha sorprendido gratamente y a los “agradecidos” les arrancó carcajadas y aplausos, pues en el fondo, a eso vino… A demostrarnos que “a pesar de los pesares” seguiremos riendo, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese.
Miami, Octubre de 2010

domingo, 11 de abril de 2010

AMOR CON HUMOR SE PAGA

La noche del sábado 10 de abril, Miami volvió a reír de lo lindo en el Teatro "Manuel Artime" de la Pequeña Habana, con el FESTIVAL DE LA RISA, evento que dos veces por año organiza el  actor y popular transformista Alexis Fernández, conocido en el pueblo como Marytrini. Frente al enorme escenario, las casi mil personas que acudieron, olvidaron sus poblemas cotidianos, o al menos los enfrentaron con una carcajada. Fela y Flora, las despistadas ancianitas del show de Carlos Otero, interpretadas por Edgardo Rubio y Jorge Luis Sánchez Noya, fueron las encargadas de romper el hielo, al entrar a la sala buscando sus asientos, que resultaron ser para otro espectáculo y por supuesto en otro teatro. A partir de ese momento, el público se subió al tren de la risa por dos horas que parecieron segundos por el ritmo, la eficacia de los números y el orden "crecendo" con que fue hilado el espectáculo. Marytrini junto a Teresita y Sofía, "Las Divas del Jaccuzy", le dieron la bienvenida al públio seguidas por Zulema Cruz, consagrada humorista cubana especialista en arrancarle la risa al más serio, con su mirada divertida al entorno cubano de Miami, en un inteligente monólogo, en el que demuestra como "no hablar inglés" es bueno para el corazón. A Zulema, la sigueron los decimistas colombianos Reblujo y Monaguilo, después el turno fue para la gran Nenita, veterana comediante, que con su candor de abuelita septogenaria, es capáz de decir los chistes más verdes y picantes, sin soltar una sola grosería, ni hacer gratuidades. Después vino la gran sorpresa de la noche "Magdalena la Pelúa", el magistral personaje que interpreta Judith González, en el show de Alexis Valdés. Su salida le arrancó al "respetable" una cerrada ovación y risas al decir que ella no estaba invitada al show, pero que le avisaron que Bartolo el Gozador, (personaje que hace José Coll en el show de Carlos Otero) no había podido venir. Entre sus cuentos tontos y sus iverosímiles anécdotas de Bollo Manso, logró un momento mágico. Después Conrado Cowley, el negrito consentido de Miami, con su personaje de Bocó Quiñongo, no permitió que la inercia de risas dejada por sus predecesores, se cayera, al contrario, logró momentos casi catárticos. La dupla compuesta por el comediante e imitador venezolano Gustavo Ríos y el versátil Carlos Marrero, no le dieron tregua al público con las españolas "La Pipi y La Lola", la guarra Pipi, en su afán de encontrar un negro para hacerlo su amante, viró al revés el lunetario. Un elegante Tony Benítez, también sorprendió al público, con un sobrio pero divertido stand up. Fela y Flora volvieron a salir, esta vez sobre el escenario, en un disparatado diálogo que comezó con un "zapato roto" de Flora justamente entrando a escena y que fue absoluta causa del azar. A partir de ese momento, la gente o paró de reír, pues Flora, le regaló al público masculino una colección de "blúmers" (ropa interior) que tenía debano de su falda, poniendo a su vecina Fela, casi al borde del infarto, por la vergüenza. Momentos antes del cierre, entro Carlucho  (José Carlos Pérez Córdova), sin dudas el rey de la bohemia humorística nocturna de Miami, desde hace unos cuantos años, primero con su stand up y después con Yusisleydis "La Pionerita" balsera recién llegada, hizo que todos desquitaran satisfechos, el módico precio de su boleto. Entonces llegó el gran final, nuevamente con Marytrini y las Divas, que por estos días celebran once años de fructífera carrera. A decir de los participantes y como pudo corroborar la intrépida cámara de Cary Bernal, la osada reportera de espectáculos de América TeVe, los comediantes rivales de las nueve de la noche, de la televisión local, convivieron en armonía, en una noche cuyo único propósito fue hacer reír. Muchos pueden preguntarse cómo se logra algo así, sabiendo que los ratings presuponen una batalla campal entre ellos. Sencillamente con el tesón, la transparencia y los deseos de hacer de  alguien como Alexis Fernandez (Marytrini) se puede. Gracias  Alex, una vez más por tener la convicción de que en Miami "sí se puede". Como en la "marcha en favor de Las Damas de Blanco", todos estuvimos ahí, como uno solo. Sé que el público es sabio y sabe recompensártelo con ese bien merecido aplauso.


Miami, abril 11 de 2010
Jorge L Sánchez Noya, Judith Gonzále y Edgardo Rubio

sábado, 2 de enero de 2010

"La Flor de Hialeah" de nuevo en el Aire


Miami, Enero 02/2010. Antes que terminara el año, recibí con agrado la noticia de que “La Flor de Hialeah”, la exitosa serie que creáramos Eloy Ganuza y yo, para América TeVe, Canal 41 de Miami, en noviembre del 2006, volvería a ser transmitida por Caribe Visión, a la una y treinta de la tarde, de lunes a viernes y en Puerto Rico a las siete de la noche, como parte de la unión estratégica de América TeVe, con la cadena propiedad de Grupo Pegaso de España y otros socios. Es obvio que la noticia nos llenó de ilusión, pues la calle, que es nuestro principal termómetro, nos preguntó durante todo el 2009, por qué la serie había salido del aire, si contaba con una extraordinaria salud. En honor a la verdad, no fue una decisión de sus creadores. En diciembre del 2008, nosotros pusimos sobre el escritorio del señor Omar Romay (CEO de América TeVe) el proyecto de una tercera temporada, que cuenta con nuevos personajes y situaciones, amén de aquellos que tienen una continuidad dramatúrgica, pues sus conflictos no fueron cerrados a propósito, para poder contarlos más adelante. La respuesta del señor Romay fue que no podía seguir asumiendo el costo de producción de la serie, dado el difícil momento económico que atravesaban el país y la empresa. Fue así como el valioso cuadro de actores que se había logrado aglutinar alrededor de “La Flor”, fue desperdigándose poco a poco. Un hecho interesante ocurrió con “En Casa de Carlos”, la miniserie que se transmite dentro del horario de “Pellízcame que estoy Soñando”. Los índices de ratings nos favorecían y los habituales seguidores de Alexis Valdés, zappeaban al canal 41, en ese cuarto de horario. Esto, sin ánimos de ir más allá, nos puede indicar que, tal vez, el público quiere ver espacios dramatizados, preferiblemente comedia y que marquen una verdadera diferencia con los contenidos, que ambos programas estelares (Pellízcame y Esta Noche) han mantenido. Con respecto a “La Flor de Hialeah”, considero que su retransmisión, puede aportar a la audiencia, una suerte de recordatorio de sus peripecias. La primera temporada, corre desde el aniversario de “La Flor” y la idea del Chino Chao de vender el negocio familiar (Cap. 001) hasta el nacimiento de los gemelos del Chino y Mamita (Cap. 089). La segunda temporada va desde el quinto cumpleaños de los gemelos y la inauguración del Spa “Tres lindas Cubanas” de Ninón, Yuri y Perlita (Cap. 090) hasta la boda del Chino Chao con Dulce María, la nana de los gemelos (Cap. 198). En esta segunda temporada, se resuelve el misterio de la adopción del Chino Chao, se queda viudo de Mamita, tiene que asumirse como padre soltero, conoce a Marcela, su madre biológica y debe enfrentar la crisis económica que padece el país, sin afectar a sus amigos, que trabajan para el negocio y que son como parte de su familia. Casi hacia el cierre, el Chino le pide a Marcela, conocer a su padre biológico, pero Marcela lo evade, diciéndole que no sabe si está vivo o muerto, pues nunca más supo de ese hombre. Ninón se une al “amor de su vida” e inicia su carrera como vedette en Las Vegas, Perlita se casa con Cheíto, Encarnación se queda con la casa de su hija y Zenón y Clarita celebran sus bodas de oro; pero el tiempo sigue su inexorable marcha. ¿Les gustaría saber más de estos personajes…?. Yo sí y me encantaría contárselos. Sería hermoso que a la empresa también. No obstante, La Flor está en pantalla y recordar es volver a vivir…

Jorge Luis Sánchez Noya
Escritor de “La Flor de Hialeah”

domingo, 13 de diciembre de 2009

Una Noche Histórica


Miami, dic. 13 del 2009- Un grupo de amigos, colegas de los medios y algún que otro colado, en su mayoría, artistas,  fuimos convocados para rendir un pequeño homenaje familiar y sorpresivo, al gran comediógrafo cubano Héctor Quintero, que en estos días anda de paso por Miami. El anfitrión tuvo la idea de pedirme, que redactara  unas palabras para rememorar la vida y obra del maestro, pues era de los pocos escritores convocados, por no pecar de modestia y decir que el único. Lo que parecía ser simple y pequeño, devino en grande y sonado, pues no se que arte nos damos los cubanos, para enterarnos no solo en qué casa suena el guiro, sino a qué santo se le está dando. Hasta Dona Rosa Fornés estuvo y a continuación los dejo con mi discurso y alguna que otra constancia gráfica del suceso. Creo que los artistas de las "dos orillas" deberíamos reflexionar en esa política de "Brazos Abiertos de Miami y Mentes Cerradas de Cuba", porque aunque aquí también hay de las dos sopas (Mentes Cerradas), ha prevalecido en el exilio la tolerancia y los brazos abiertos... Honrar, honra, como decía Martí y no debería importar ya, de qué lado nos ha tocado hacer la historia... Por suerte, mi generación, ha estado en los dos...


SEÑORAS, SEÑORES Y DEMÁS INVITADOS:

EN CUBA ES MUY COMÚN ESCUCHAR, QUE A CIERTAS ALTURAS DE LA VIDA, A LA GENTE LE DA LO MISMO “UN ESCÁNDALO QUE UN HOMENAJE” Y COMO EL HOMBRE QUE NOS REUNE ESTE DÍA, HA RECIBIDO MUCHOS HOMENAJES A LO LARGO DE SU FRUCTÍFERA EXISTENCIA… HEMOS DECIDIDO SER MÁS ORIGINALES Y DARLE UN BUEN ESCÁNDALO.
EN EL CASO DE LO PRIMERO, SIEMPRE SE PARTE POR DECIR QUE NACIÓ EN CUBA, UN UNO DE OCTUBRE, QUE INICIA SUS LABORES ARTÍSTICAS EN LA RADIO Y LA TELEVISIÓN, SIENDO UN NIÑO, QUE DESPUÉS PASA AL TEATRO, ETCÉTERA, ETCÉTERA… PERO ESO SON LUGARES COMUNES Y LO PUEDEN ENCONTRAR EN INTERNET… (AQUÍ, NO EN CUBA)…
HAY UN DATO CURIOSO… SE MENCIONA QUE ALTERNA ESTUDIOS DE CONTADURÍA Y ACTUACIÓN, EN LAS ESCUELAS DE COMERCIO Y MUNICIPAL DE ARTES DRAMÁTICAS DE LA HABANA, RESPECTIVAMENTE… LO QUE NOS HACE SUPONER QUE SU VIDA SE DEBATÍA ENTRE SER UN GRAN ACTOR O UN BUEN CONTADOR… LOS HECHOS, CORROBORAN QUE SE CONVIRTÓ EN UN GRAN “CONTADOR”… ¡PERO DE HISTORIAS…!
INDAGANDO EN POS DE LA ORIGINALIDAD, TUVE LA SUERTE DE ENCONTRAR UN MANUSCRITO SIN FECHA, CUYO CONTENIDO NOS PERMITE ENTENDER, DESDE OTRO ÁNGULO, SU VIDA Y SU OBRA… POR ESO DECIDÍ QUE FUERA EL CENTRO ESTE MERECIDO ESCÁNDALO… SE TRATA DE UNA CARTA, DIRIGIDA A UNA AMANTE Y QUE HOY, LES LEERÉ EN EXCLUSIVA… DICE

QUERIDA:
NO SE SI ÉSTA CARTA SEA RECLAMO O AGRADECIMIENTO, PERO CREO JUSTO DECIRTE LO QUE SIENTO AHORA… CUANDO TE CONOCÍ, SUPE QUE MI EXISTENCIA ESTARÍA LIGADA A TI COMO UNA ADICCIÓN… ¡COMO HAMLET A SU DUDA, COMO EDIPO A YOCASTA, COMO…! ¡COMO,  UN DIABÉTICO A LA INSULINA…!  QUE NUESTRO AMOR, ERA DE “CONTIGO, PAN Y CEBOLLA” Y SI ME GANABA “EL PREMIO FLACO”, NO IMPORTA; ESTABA DISPUESTO A COMETER “LOS SIETE PECADOS CAPITALES”, SIN ARREPENTIRME… METERME EN TUS SUEÑOS Y CONVERTIRLOS EN “LOS CUENTOS DEL DECAMERÓN”, PÍCAROS Y ARDIENTES, COMO MIS DESEOS… PERO “MAMBRÚ SE FUE A LA GERRA… Y TODAVÍA NO HA REGRESADO… ¡QUÉ DOLOR, QUE DOLOR, QUE PENA…!   ¡YO SE LO ADVERTÍ…! “SI LLUEVE, TE MOJAS COMO LOS DEMÁS”, PERO MAMBRÚ ES TERCO Y PREFIRIÓ ESE “PAISAJE BLANCO” PARA OÍR CUENTOS RUSOS, O ESE PAISAJE RUSO, PARA OÍR CUENTOS BLANCOS… YA NO SE…
AQUELLA VEZ, TE PROPUSE QUE LO NUESTRO FUERA “ALGO MUY SERIO”… UNIRNOS EN LO HUMANO Y LO DIVINO; SIN IMPOTARNOS QUE DIJERAN QUE SOMOS “LA ÚTIMA CARTA DE LA BARAJA Y QUE “ESTO NO TIENE NOMBRE”
EL TIEMPO PASÓ… NOS SEPARÓ LA DISTANCIA, Y A PESAR QUE SABÍAS QUE “ESTOY AQUÍ” TE JUSTIFICABAS DICIENDO, QUE “AQUELLO ESTÁ BUENÍSIMO”…
¡YA LO SE…! ¡DESDE QUE TE FUISTE, NO HAS TENIDO UN “SÁBADO CORTO”, COMO YO…! ¡Y DE TODOS MODOS, “TE SIGO ESPERANDO”…! ¡VOY Y VENGO, A ESO QUE TU LLAMAS “EL LUGAR IDEAL” Y PESE A QUE NOS HEMOS VUELTO A VER, TENGO MIS DUDAS…!
UN AMIGO DIJO UNA VEZ QUE “EL TEATRO ERA UNA PUTA INGRATA, QUE EL CINE ERA UNA PUTA INGRATA Y CARA, Y QUE LA TELEVISIÓN, ERA SIMPLEMENTE UNA PUTA” AUN ASÍ, LAS AMO A LAS TRES; PERO A TI TE ADORO…

INGRATA.

TUYO SIEMPRE… HECTOR 

GRACIAS, QUERIDO MAESTRO HECTOR QUINTERO, POR SER Y ESTAR, POR INSPIRAR Y DAR EL EJEMPLO DE QUE REÍR, SERÁ SIEMPRE LA GRAN DIFERENCIA DE LOS SERES HUMANOS.

Jorge Luis Sánchez Noya
Miami, Dic 13 de 2009








martes, 1 de diciembre de 2009

Sala Manca: Un poco de Historia


Es tremendo mirar atrás y darse cuenta que entre soles y lunas, aplausos y soledades, aviones, acentos, calles nuevas y lugares de siempre, han pasado veintitrés años. Casi un cuarto de siglo de aquella aventura de cuatro muchachos de provincia que decidimos apostar por el humor , allí donde decir a Shakespeare, Calderón de la Barca, Chejov, Tennessee Williams o ir "Más allá de las Islas Flotantes" de Eugenio Barba, era lo que garantizaba trascendencia y permanencia. Todo empezó como un chiste. Ese chiste que entraña la rebeldía de no permanecer estático en un mundo que estaba cambiando su fisionomía a cada hora. Ninguno de los cuatro actores fundadores del cuarteto humorístico Sala-Manca, recuerda con exactitud la fecha de la primera presentación, pero como dramaturgo del grupo, me tocará a mi romper el hielo y comenzar a contar la historia. Si mi memoria no me traiciona, la primera presentación fue en el mes de octubre de 1986, en el pre-universitario en el campo Ceiba I, a esa función inaugural, un poco improvisada, pero divertidísima, asistimos Jorge Luis Gonzáles (Actor y Músico) José Antonio Roche (Actor y Especialista en relaciones públicas... sobre todo con mujeres) Osvaldo Doimeadios (Actor y Director) y Jorge Luis Sánchez Noya (Actor, Dramaturgo... y el que escribe este artículo) Esa función tuvo dos pagos importantes, bocaditos de jamón Viking con queso proceso y una botella de ron y el más importante, la divertida que se dieron aquellos estudiantes de Ceiba I con nuestras locuras. Ese hecho nos dio la medida, de que andábamos por buen camino. Después siguieron varias presentaciones similares, el Club Abreu Fontan, el de Oficiales de la DAAFAR y el que implicó un verdadero punto de giro en el destino del grupo, La casa de la FEU de 25 y J en el Vedado. Allí nos vio Alejandro García (Virulo) y la propuesta de trabajar en el Teatro Karl Marx, la sede del Conjunto Nacional de Espectáculos y meca de la risa oficial por aquellos días, no se hizo esperar. Para entonces, Roche había metido la pata... Literalmente. Tuvo una fractura de tibia y peroné, durante un juego de pelota de escénicos contra músicos, en el torneo interfacultades del ISA y fue recluido en el apartamento del maestro Armando Suárez del Villar, por unos meses, en su lugar, el cuarteto hacía una de sus más valiosas adquisiciones Leonardo De Armas Figueredo, natural de La Sierrita, en el centro de la isla y tocado por el cosmos con la energía de los genios; pero esa... Esa es otra historia.

LA PUNTUALIDAD

¡Dicen que el problema no es llegar a tiempo, sino llegar…! ¡Qué clase de comemierda debe ser el que dijo eso…! ¡Por eso estamos como estamos…! ¡Hay que llegar y llegar a tiempo, porque la vida no espera por nadie…! ¡Yo siempre llego puntual…! ¡¿Por qué…?! ¡Porque calculo…! ¡Si hay tráfico en el Express way, salgo media hora antes…! ¡Si el carro está fallando, lo llevo al mecánico…! ¡Si tengo que pasar por otro lugar, hago una cita antes…! ¡Pero la gente no respeta el tiempo…! ¡Se lo pasan por el arco del triunfo…!  ¡Una vez tenía una cita para un casting…! ¡Bueno, porque soy actor…! ¡Y la chica que me dio el llamado, me dijo…! ¡Señor, por favor, sea puntual…! ¡Mire que los productores son muy quisquillosos con eso…! ¡La llamada duró tres minutos y cada cinco segundos me repetía lo mismo…! ¡Sea puntual…!  Cuando llegué al lugar de la cita, había cuatro personas más… Al principio deduje, que se me había ido la mano, porque llegué media hora antes, pero al ver que el minutero se estaba acercando más de lo normal, a la hora en punto de mi cita y que ninguno de los cuatro actores que me antecedían, entraba, pregunté… ¡¿Ustedes llevan mucho rato aquí…?! Y uno muy desinhibido me dijo: ¡No tanto…! ¡Como hora y media…! (TR) ¡¿Hora y media…?! ¡¿Y me lo dice así, con esa tranquilidad…?! ¡¿Ustedes saben todo lo que puede pasar en hora y media…?! Miren: ¡En hora y media, me hice ciudadano americano…! ¡Con himno, juradera, pasaporte y todo…! ¡En hora y media me operaron los cuatro cordales…! ¡En hora y media los japoneses atacaron Perl Harbor y los talibanes derribaron las torres gemelas…! ¡Y ese tipo me dice que hora y media no es tanto…! ¡En ese mismo momento, me dieron ganas de pararme de ahí, e irme para el carajo…! ¡Pero recordé, que desde mi última telenovela, no me había dado ni el sol como actor…! ¡Trabajé de security en un Home para ancianos, del cual me botaron, porque uno de los viejos con Alzheimer, se robó una guagua y se fue a un Gogó, con siete viejos, que estaban peor que él…!  ¡Hice casting para una película americana y resultó que era porno, gay y me iban a doblar…! ¡¿Por qué…?! ¡Pero si una de las mejores cosas que yo tengo es la voz…! ¡Después, conseguí trabajo en un Win Dixie y me echaron la culpa de un faltante que hubo en mi caja…! ¡Paseé perros y la dueña de una chihuahua de Coral Gables, me quiso demandar porque la perrita se preñó de un pastor alemán…! ¡Señores…! ¡¿Qué culpa tengo yo de eso…?! Como se lo dije… ¡Yo solo paseo a los perros…! ¡No me meto en sus preferencias sexuales…! ¡Si a la chihuahueña le gustó el pastor alemán, eso es problema de ella, no mío…! ¡¿Qué culpa tengo yo de que la puta perra sea tan pretenciosa y que el pastor alemán sea un abusador de menores…?! Por eso ese personaje tenía que ser mío… Cuando entré… ¡Dos horas después…! ¡Lo entendí todo…! ¡Los productores eran cubanos…! ¡Obviamente…! ¡Y es que yo sospecho que Albert Einstein tiene que haber tenido a un cubano de ayudante, cuando descubrió la Ley de la Relatividad…! ¡Claro, porque para los cubanos todo es “Relativo”…! ¡Sobre todo el tiempo…! ¡Por eso Fidel Castro lleva cincuenta años en el poder…! Fíjense si todo es relativo para nosotros, que somos los reyes de la comparación… Yo me acuerdo una ves que mi mamá estaba hablando en el portal de mi casa con una amiga y ese diálogo se me quedó grabado, tatuado en lo más profundo de la conciencia… ¡En este país no hay quien viva…! ¡¿Tú sabes lo que es que estuve dos horas en la cola de la leche por la libre y solo pude coger dos litros…?! ¡Ay, hija y yo…! ¡Estuve tres horas en la cola del pescado y cuando llegué al mostrador, el pescadero me dijo que no me tocaba, porque la semana anterior, yo había cogido picadillo de soya…! ¡Después de aquello, me monté en una balsa y el primer bown, lo di en Cayo Marathon…! Mientras el mal del otro sea menor que el nuestro, estamos salvados. No importa si estamos jodidos… Mientras haya uno más jodido que nosotros, todo está bueno. Y eso lo comprobé en el casting… ¡¿Cuál es mi personaje…?! Bueno, es un cura que lucha contra su homosexualidad, porque está enamorado del protagonista de la novela, que se quiere casar con su media hermana, lesbiana. Dije: ¡Coñó…! ¡Ya la hice…! ¡Que clase de personaje…! ¡Que nivel de complejidad psicológica…! ¡Esto va a ser un batazo por el center field…! ¡Nominado a un Emmy o de perdida, a un TV y Novelas…! ¡Entonces se me ocurrió hacer la pregunta de los sesenta y cuatro mil pesos…! ¡¿Cuántos capítulos tiene el personaje…?! ¡Bueno, por el momento sale en uno solo, dándose latigazos en la espalda…! (SILENCIO)  ¡Pero es una escena clave en la trama…! ¡Eso siempre es lo que te dicen cuando el personaje es una mierda…!  En ese momento tuve ganas de matar… Se apoderó de mí el espíritu de Aníbal Lécter o de cualquiera de los otros asesinos en serie, conocidos o por conocer. Pero no tuve más remedio que contar hasta diez, respirar profundo y darme bombo y platillo a mí mismo… ¡No hay personajes pequeños…! ¡Lo que hay son malos actores…! ¡Mentira…! ¡Si hay personajes pequeños…! ¡Y también malos actores…! ¡Y lo peor  es que los malos actores, terminan siendo los protagonistas…! Por eso cuando salí de ahí, me revelé… ¡Al carajo albañiles, que se acabó la mezcla…! ¡No vuelvo a llegar puntual a ninguna parte…! ¡Si los demás no respetan mi tiempo, yo no tengo que respetar el tiempo de ellos tampoco…! La semana pasada tenía función aquí en el teatro… El telón se levantaba a las ocho y media y yo llegué a las  nueve y cuarto… ¡El que quiera verme, que espere…! ¡Total…! ¡Una pila de veces yo he tenido que empezar a las nueve y media, porque fulanita avisó que venía para acá, pero está atrasada y la pobre, compró las entradas desde la semana pasada…!  ¡¿Dónde se ha visto que los actores tengan que esperar por el público…?! ¡Aquí en Miami, nada más…! ¡Porque en Broadway o en Inglaterra, de contra que pagas una entrada carísima, que te tienes que comprar tremenda ropa para ir al teatro y coger un taxi, que te clava la carrera hasta el tuétano…! ¡Si llegas tarde, no entras…! ¡¿Y el boleto…?! ¡¿Te lo envuelvo o te lo vas a comer aquí…?! ¡Porque no hay rebate, ni Money back…! ¡Llegaste tarde…! ¡Te jodiste…!  Cuando llegué al teatro, sospeché algo raro… No había nadie… Primero, pensé, que como siempre, todo el mundo iba a llegar tarde… ¡Que bien hice…! Pero el jefe de escena me sacó de mi error… ¡El público se fue…! ¡Esto estaba lleno y tuvimos que devolver las entradas…! ¡Hoy fue el día que más vendimos…! ¡Berraco…! ¡Y tú te diste el lujo de llegar tarde…! Cualquiera en mi lugar diría que esto no es un problema de puntualidad, es una cuestión de mala suerte… ¡No señores, bájense de esa nube…! ¡La mala suerte no existe…! ¡Esa la hacemos nosotros todos los días con nuestras actitudes…! ¡Por eso, siempre llego temprano…! ¡Me visto…! ¡Me maquillo…! ¡Repaso la letra mentalmente y espero a que me den la tercera llamada…! ¡Y si no hay público…! ¡No importa…! ¡A mí me bajarán de cartel; pero ellos se lo pierden…!